Yo a Bogotá y tu a Moraira (segunda parte)

Acabamos de volver de Colombia. Tantos momentos inolvidables y tantas personas a las que dar las gracias:

Entre otros a Maria Clara y Darío por habernos organizado un viaje inolvidable y una cena de año nuevo tan especial, a todos los Montoya y a los Osorio (y muy especialmente a sus cabezas de familia) por su cariño y por una bienvenida increíble, a Camila por ser la mejor guía del museo de Botero, a Bárbara por su hospitalidad y porque seguimos comentando lo preciosa que es su casa y su barca de helados de fruta, a Estefanía y Federico por preparar la mejor limonada de coco del mundo, a mis padres y hermanos por habernos acompañado en sus diez horas de ida y diez de vuelta, a los Jiménez y a los Calderón por ser tan comprensivos con que  este año no estuviéramos todos juntos la mayor parte de las Navidades. 

Ya paramos porque sabemos que lo que queréis es ver las fotos - completaremos pronto con las de Darío porque me ha dado muchísima pena que no tenemos documentos gráficos de Bogotá o de la cena de noche vieja.

 En el jardín de Bárbara:

 atención a la pinta del plato de mi madre...y al postre

Pero sin lugar a dudas lo mejor la compañía

 A la mañana siguiente (4AM) en el aeropuerto de Bogotá rumbo a Cartagena de Indias

Un saltito al avión (ojo a la separación entre el finger y la puerta del avión) ...

y llegamos a Cartagena!

 

 con todas las maletas, aunque casi perdemos a la de mi padre de camino al hotel:

¿Dónde estabais a finales de año?

Nosotros en el Club de Pesca

cenando en  casa de Estefanía y Federico

Comiendo raspados con una barbaridad de leche condensada

viendo atardeceres y tomado piñas coladas y una extraña bebida llamada "cabeza de jabali" en Café del Mar

paseando en canoa por los manglares con un barquero llamado Mohamed Ali

 por la ciudad antigua de cartagena

en la piscina

Pero también avanzando con la boda 

y sobre todo acordándonos muchísimo de los de casa: